Los límites del enfado parecen algo difusos. Todo el mundo se enfada. Por lo tanto, ¿dónde está la línea que separa al enfado “adaptativo” del enfado patológico.
De una manera bastante clara y sencilla, podríamos contestar a esta pregunta señalando que las personas sufren este tipo de enfado más disfuncional porque se enfadan demasiadas veces, con demasiada intensidad o con demasiada duración.